Como cada miércoles desde el mes de septiembre los habitantes de las poblaciones a las que da servicio el Hospital de Viladecans muestran su rechazo, no sólo a los recortes que está aplicando la Generalitat en las prestaciones de la sanidad pública, sino también al proceso de desmantelamiento del Hospital. La estrategia del gobierno en éste avanza de manera lenta pero continuada. De momento ya han conseguido quitarle la autonomía al Hospital eliminando la dirección y la gerencia del centro que han quedado centralizadas en el hospital de Bellvitge. Esto significa perder competencias en la gestión directa de un hospital que en los últimos años destacó como uno de los más eficientes de Catalunya.
La manifestación que partió desde la puerta del Hospital recorrió la Avenida de la Generalitat hasta el CAP Viladecans bajo el lema “Retallar a sanitat es assessinar”. Desde allí se fue hasta el centro comercial Vilamarina para aprovechar las fechas y pedir a los Reyes Magos una sanidad pública universal y de calidad, puesto que el gobierno de la Generalitat no quiere escuchar a las voces que han estado surgiendo desde todos los puntos de la geografía catalana exigiendo que se detenga el proceso de privatización del sistema sanitario. Pero tampoco esperan milagros, hoy se conforman con que las personas que llenaban el centro viesen que la lucha está allí y va a llegar a todas partes. Porque la gente no va a dejar que nos roben lo que tanto ha costado conseguir, porque es un derecho y no el negocio con el que se van a enriquecer unos pocos.
De los cerca de 200.000 habitantes a los que da servicio el Hospital hoy sólo han salido a la calle 30 personas a defenderlo. La Asamblea del Hospital de Viladecans, que se reúne siempre después de la manifestación, ha convocado otra para el siguiente miércoles a las 18.00. Porque cada día hay más razones para salir a la calle a exigir nuestros derechos y menos para quedarse en casa viendo como poco a poco nos los roban.
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